A partir de mañana, una actualización de Chrome bloqueará los contenidos web en flash que no tengan que ver con la web en cuestión (por ejemplo, los anuncios). Un clavo más en el ataúd del programa de Adobe.
Google lleva una temporada anunciando esta medida, que considera molesta para los usuarios, y recomendando a los anunciantes pasarse a HTML5.
Además de favorecer una navegabilidad más fluida, este cambio supondrá un ahorro de batería en los equipos portátiles y dejar atrás problemas de compatibilidad con determinados smartphones.
Una bofetada al gigante Adobe, que ve como el Flash da sus últimos coletazos. El portal de vídeos comenzó en 2010 el cambio, que ha completado con las últimas versiones de los navegadores. Los responsables nos explican que ello permite a YouTube utilizar un único reproductor de video para las multiples plataformas que existen hoy en día (navegadores, smart TVs, chromecast…).