El neuromarketing consiste en la aplicar técnicas de neurociencia al sector del marketing, de manera que podamos estudiar el impacto y efectos de la publicidad y comunicación en el consumidor, con el fin de medir el impacto emocional de una marca o campaña o predecir su comportamiento mediante el estudio de su cerebro en diferentes situaciones.
¿Qué valores medimos? En general se mide la atención, la emoción y la memoria. Después, cada sector y cada estudio concreto se centran en cosas más concretas como la rapidez en ejecutar ciertas tareas, como las búsquedas en la web, por ejemplo.
Los principales usos del neuromarketing son el branding, la publicidad y el producto final (incluido el packaging). Así sabemos si nuevos logos o campañas son más atractivos, memorables o van a funcionar mejor que otros. También se han empezado a introducir estos estudios en el sector web, con empresas especializadas como Flat101.
En este caso, se estudia el impacto de la web sobre el consumidor y el nivel de estrés que alcanza ejecutando las tareas concretas que se piden, como realizar búsquedas o hacer compras de productos concretos. De esta manera, comprobamos a través de la ciencia la usabilidad de la web y qué aspectos de la misma podemos mejorar para facilitar la experiencia al usuario final.
Un interesante mundo en el que queda mucho por descubrir y crucial para las grandes marcas.
Os dejamos con cuatro grandes máximas que nos dejó Sandra Navarro en su ponencia sobre neuromarketing en SocializaDay:
“Como dijo Barry Schwartz: más es menos”.
“La máxima de la usabilidad es: No hagas pensar al usuario”.
“Siempre hay algo que se puede optimizar”.
“Tienes que cuestionártelo todo”.